Llegamos
a la tercera novela del detective Cormoran Strike, y la última que ha salido
hasta ahora (vamos J.K. quiero la que sigue).
Respecto
a las dos novelas anteriores puedo decir esto: la primera se centra demasiado
en los personajes y poco en el caso; mientras que la segunda se centra más en
el caso y poco en los personajes. En esta tercera novela Rowling ha encontrado
el equilibrio de estos dos aspectos, de manera sencilla, haciendo que el caso
sea directamente personal.
El
Oficio del mal es el caso más personal en la vida de Cormoran, pues el criminal
tiene una vendetta personal contra nuestro detective, quien para poder resolver
el misterio deberá recordar algunos de los momentos más traumáticos y horribles
de su vida.
Si
bien el caso es personal para Strike, su asistente Robin Ellacot no se queda
lejos en cuanto a implicación. Conforme el caso avanza ella misma se va
implicando personalmente en él, y descubrimos impactantes memorias de su pasado
al mismo tiempo que del de Strike. La implicación de Robin en el caso es algo
de poco agrado para el huraño cormorán, y eso genera constantes riñas entre
esta extraña pareja.
La
novela inicia trepidantemente cuando Robin, estando en la oficina del Strike,
recibe por paquetería nada menos que una pierna humana, Pierna que viene
acompañada de un tríptico mensaje que solo Strike es capaz de comprender, quien
quiera que la mando, sabe tanto del pasado y vida de Strike, como el propio
Cormoran. Con este escalofriante paquete inicia una carrera contra el tiempo
para detener al culpable antes de que este psicópata cobre más víctimas.
Por
primera vez en la saga hay partes narradas desde el punto de vista del
criminal, aunque por motivos obvios estas partes son vagas y no revelan
demasiado sobre la identidad del asesino, no así de su personalidad, pues en
estas partes de la novela vamos descubriendo lo psicópata que es, y hasta donde
es capaz de llegar.
La
novela está muy bien hilada, con buenos avances en el misterio, mientras que
cada par de capítulos hay grandes momentos de tensión, y todo desemboca en un
climax realmente emocionante, y lo que a mi opinión es el mejor final de las
tres novelas. (Y no precisamente por cómo se descubre al asesino).
Honestamente
la novela me gustó mucho y me resulta difícil encontrarle contras, tal vez solo
que la última pista requiere un poco de la incredulidad del lector para que
este no diga “¿Cómo demonios no lo notaste antes?” pero salvando eso es una
novela muy redonda, un caso especialmente escabros y sádico, y un vistazo a la
vida más personal de Cormoran y Robin.
Algo
que me gustó mucho es el uso de la música en la novela, Rowling hace un gran
uso de las letras del grupo Blue Oyster Cult para ambientar los capítulos,
demostrando que J.K. es una gran conocedora del buen rock. Desde el mero principio
esto es patente pues la novela en si misma se llama como una de las canciones
del grupo.
A
curiosidad, cuando termine de leer el libro no me pude contener y exprese un
poco mi opinión en Twitter, valla mi sorpresa al ver que la propia J.K. le dio
Like a mi Tweet. Me sentí estupendo al ver esa notificación.
Y yo que me quedé en el primer libro... :(
ResponderEliminar¡Felicidades por el fav Rowling!