Follow my blog with Bloglovin ¡HEY ARNOLD! LA JUNGLA: CAPÍTULO 9 ~ LAS BÓVEDAS DE ACERO

Entrada destacada

Las series del Terryverse

Terry Moore es un escritor y dibujante de comics que suele trabajar de manera independiente. Aunque tiene algún trabajo aislado aquí y allá...

miércoles, 11 de junio de 2014

¡HEY ARNOLD! LA JUNGLA: CAPÍTULO 9

Bien después de una eternidad desde el capitulo anterior, al fin hoy tengo aquí uno nuevo, este proyecto puede tomarme mas de lo que pienso, pero tengan por seguro que nunca lo abandono.

Una disculpa por demorar tanto, no es justo para con los seguidores de este fic, y lo se

na hay mucho que decir espero lo disfruten, y nos vemos en mi próxima entrada






Capítulo 9

Eduardo

Arnold corría a toda la velocidad que podía, apenas notaba que los demás estaban detrás de él ha, no mucha distancia, el sr. Smith, si realmente era el, era veloz. Arnold estuvo a punto de perderlo en muchas ocasiones, el hombre en gabardina no solo era veloz, si no que parecía conocer a la perfección como estaba organizada la ciudad, sabia la posición de varios callejones y calles escondidas, lo que dificultaba poder seguirle el paso. Los chicos estuvieron a poco de alcanzarlo en algunos giros pero él lograba escabullirse por otros callejones. La persecución había durado ya varios minutos, y Arnold noto que ya no sabía dónde estaba, cuando finalmente consiguiera dar con el Sr. Smith, si es que lo lograba, no sabría cómo regresar al hotel.

El grupo, siguió detrás del Sr. Smith, cuando ya habían llegado a un barrio que lucía un tanto descuidado, con poca iluminación, y que a todas luces parecía peligroso, por si fuera poco parecía que cada calle tenía un callejón, por lo que seguirle la pista al hombre en gabardina era casi un laberinto. Pero debieron tener un golpe de suerte, tal vez fuera que el Sr. Smith ya se había cansado, pues cometió un error, al girar para tomar un callejón y salir de este no se encontró en una calle más, si no en la entrada a una gran avenida, y el tráfico era demasiado para poder cruzar rápidamente. Intento recalcular su dirección,  por un momento dio vuelta atrás por instinto, pero reacciono rápido y decidió tomar por la derecha. Pero ya era demasiado tarde, había perdido tiempo y el grupo de amigos ya había acortado bastante el camino. Finalmente fue Gerald quien dio un brinco para taclear al hombre, que cayó de espaldas, tirando el sombreo que le cubría la cabeza, y revelando el rostro detrás de la gabardina.

-¡Un momento! ¡Yo lo conozco!- Dijo Arnold tan sorprendido que sus ojos parecían platos.
-¡Pues claro que lo conoces! ¿Qué no vive en tu casa de Huéspedes?- Fue la sarcástica respuesta de Helga.
-No quiero decir eso, me refiero a que… ¡Él es Eduardo!
-¡¿Qué?!- Preguntaron todos al unísono.
En ese momento Eduardo suspiro y dijo:
-Puedo explicarlo Arnold, yo… bueno… es una larga historia.

Eduardo se levantó, mientras los niños formaban un círculo alrededor de él, su rostro dibujaba un semblante triste, el de alguien que no ha descansado en mucho tiempo
-Síganme, conozco un lugar donde podremos hablar más a gusto- Dijo Eduardo intentando esbozar una sonrisa, aunque sin mucho éxito

El hombre en gabardina los guio por algunas calles acercándose poco a poco al lugar donde estaban antes, eso alegro a los chicos, pues se habían dado cuenta que no tenían la menor idea de donde estaban y lo que podía ser bastante problemático. Finalmente  llegaron a un pequeño café cercano a la plaza donde estaban antes, ahí Eduardo pidió una mesa para todos y ordeno un café para él y chocolate para los chicos. En el transcurso no había dicho una sola palabra

Finalmente fue Arnold quien rompió el silencio

-Eh… Sr. Smi… digo Sr. Eduardo… ¿podría decirnos que pasa?
Todos miraron fijamente al hombre moreno y de cara larguirucha que era Eduardo
-¿Es usted el Eduardo que era amigo de los padres de Arnold?- pegunto Helga frenéticamente
-Sí, Miles y Estela eran mis amigos, mis mejores amigos. Enserio lo lamento Arnold es mi culpa que desaparecieras, después de todo fui yo quien les pidió que regresaran a San Lorenzo- Mientras decía esas palabras Eduardo mantenía una expresión triste y nostálgica, Arnold supo, que realmente estaba muy triste por lo ocurrido en el pasado.
-¿Y sabe usted que pasó con mis padres?-
-Me temo que no Arnold, los busque por años pero…

Pero Arnold no lo dejo terminar

-¿Por qué se hizo pasar por el Sr. Smith?  Y ¿Por qué nos siguió hasta aquí?
-Por Favor Arnold, entiendo que deseas saber la verdad, y tienes todo el derecho a saberla, déjame contestar una a una tus preguntas.
De ese modo Eduardo comenzó a relatar la segunda historia más interesante que habría escuchado Arnold en desde que leyó el diario de sus padres.

“Veras Arnold, como recordaras por el diario de miles, fui yo quien les pidió que a tus padres que regresaran, pues la enfermedad del sueño había retornado y con mucha más fuerza que nunca, incluso mis familiares sucumbieron a la enfermedad, ya entonces sabía que tus padres podían ayudar, pero ellos habían formado ya una vida, y no quería exponerlos también a la epidemia. Otra cosa que debes de saber es que yo nunca tuve contacto directo con la gente de los ojos verdes, todo lo que sabía de ellos y su existencia moderna, es lo que tus padres sabían, aun así al parecer ellos sí que sabían de mí, pues poco después de la muerte de un familiar mío, apareció en mi casa una pieza de joyería de los ojos verdes, estaba acompañada de un dibujo, que fácilmente podía interpretarse como un retrato de tus padres, eso lo puede interpretar como que me estaban pidiendo que los llamara.

Y eso fue lo que hice, ahora me arrepiento tanto de eso, fui hasta tu ciudad, donde los encontré, y les suplique que volvieran a San Lorenzo para que ayudaran con la epidemia, fue una decisión difícil para ellos, pues habían comenzado a formar una vida ahí, pero finalmente aceptaron regresar, por desgracia, y como sabes ellos desaparecieron.

Yo me sentí horriblemente culpable Arnold, después de todo fui yo quien les pido volver, fue entonces que decidí adentrarme en la jungla y buscarlos, mi búsqueda duro años, intente encontrar los lugares que ellos mencionaron sobre los ojos verdes, pero nunca lo hice, llegue a conocer muy bien ciertas partes de la jungla, pero es un lugar enorme, y hay mucho terreno que no llegue a conocer.

Fueron años en los que manejaba mi vida entre expediciones en la jungla  mi trabajo en la universidad, pero nunca logre nada. Finalmente un día hace cuatro años pensé en ti… lo siento, debí pensar en ti mucho antes, pensé que ya no eras él bebe que yo conocí cuando vivías con tus padres, sabia que te encontrabas bien con tus abuelos pero comencé a sentirme culpable, por lo que decidí ir a los EUA para saber cómo te encontraba. Pero tenía demasiada vergüenza para presentarme como yo mismo, fue por eso que tome el nombre de Sr. Smith, por suerte tu abuelo hace pocas preguntas mientras reciba un cheque, y nunca se percató de quien era, muchas veces quise confesar mi identidad, pero entre más tiempo pasaba más difícil se volvía por lo que simplemente me mantuve en la casa de huéspedes.

Luego encontraste el diario de tus padres, y ganaste este viaje, fue ahí cuando supe que tendría que regresar a San Lorenzo, pues si no me equivoco buscas a tus padres Arnold, es peligroso, yo pase años haciéndolo, y casi muero muchas veces, sé que guardas esperanzas, y yo también tengo algunas aun, pero tu vida y la de tus amigos vale más, te lo pido Arnold no entres a esa selva.

El chico con cabeza de balón estaba anonadado por la historia que acababa de oír, y sus amigos no se encontraban en menor situación, todos tenían una expresión de sorpresa, aunque la cara de Arnold mostraba tan bien cierta tristeza, y compasión por Eduardo, a quien creía comprender.

Todos permanecieron en silencio por un rato, intentando digerir toda la nueva información que les habia golpeado en tan poco tiempo, aun cansados pr la persecución, parecía que tuvieran despiertos una semana, a pesar de que solo habían pasado pocas horas desde que se encaminaron a la universidad.

Finalmente fue Arnold el primero en hablar, no sin algo de nerviosismo en su voz:

-Sr. Eduardo… me alegro de me contara la verdad… pero no puedo dejar de buscar a mis padres, etamos demasiado cerca, llegar a qui costo mucho y no puedo rendirme ahora
-Pero Arnold es tremenda…- Pero Arnold no dejo terminal a Eduardo
-Sea nuestro guía Sr. Eduardo, de esa forma usted puede vigilarnos y asegurarse de que no pasemos ningún peligro, usted mismo lo ha dicho, conoce la jungla, sabe cómo moverse en ella
-Tal vez Arnold, pero la selva es enorme no la conozco en su totalidad, y aun las partes que conozco son peligrosas por más experiencia que tenga en ella, además mi guía de nada serviría, pues a pesar de años de búsqueda nunca me acerque nada a los ojos verdes.
-Eso es diferente ahora Sr. Eduardo, tenemos un mapa- contesto Arnold, ahora con notable entusiasmo.
-¡Un mapa! ¿Pero cómo?- Dijo sorprendido el hombre latino
-Estaba en el diario de mis padres, es un mapa hacia la ciudad de los ojos verdes, no lo he descifrado por completo, pero estoy seguro que usted podría interpretarlo mucho mejor.
Por un momento los ojos de Eduardo brillaron con verdadera emoción y esperanza, sin embargo se apagaron rápidamente, al recuperar su sensatez
-No, Arnold, sigue siendo arriesgado, además, no hay prueba de que tu mapa represente realmente la ciudad de los ojos verdes, podría ser simplemente un templo o algo parecido, además –Y su voz se llenó de tristeza- Sabes que no es garantía de que tus padres… estén con vida… puede que… que…
-Solo me queda esta esperanza Sr. y – La voz de Arnold adquirió entonces una fuerte decisión- estoy decidido a ir.

Eduardo se llevó las manos a la cara en señal de frustración, y permaneció de esa forma por un momento, hasta que finalmente dijo con tono de resignación:

-Bien, los acompañare, pues alguien debe hacerlo, además enserio comparto tu esperanza Arnold.
Arnold parecía feliz, sin embargo sus amigos aun parecían algo sobrecargados con la información, hasta que Gerald decidió decir lo que los demás estaban diciendo
-Bueno Arni ¿Cuál es el plan? No podemos solo escabullirnos del grupo e introducirnos en la selva.

Con una sonrisa un poco burlo en la cara de Arnold, este respondió.

-Bueno a decir verdad creo que eso es justamente lo que aremos.
Nuevamente todos quedaron en silencio por unos momentos, esta vez fue Helga la primera en hablar.
-¡Je! Es poco común en ti cabeza de balón, no sueles romper de esta forma las reglas… me agrada.
-Pero Arnold, no creo que simplemente podamos desaparecer, quiero decir piensa en cómo se preocupara el Sr. Simmons- respondió una angustiada Lila .
-Creo que el eventualmente entenderá las razones Lila, además no nos iremos de inmediato, aun debemos prepararnos ¿no lo creé Sr. Eduardo?
-Si…. Si claro, no puedo meternos en la jungla sí como así hay varias insumos que debo conseguir antes y me gustaría estudiar el mapa que mencionas Arnold.
-¡Entonces cando partiremos Arnold!
-No estoy seguro, Sr, Eduardo ¿creé que en dos días nos encontraremos en posición de iniciar la búsqueda?
-mmm naturalmente me gustaría tener más tiempo para preparar, pero dado que tienen un tiempo limitado en San Lorenzo, creo que puedo apresurar un poco las cosas.
-Bien Arni eso nos deja dos días para aparentar normalidad, en todo esto, ya sabes mantener un perfil bajo-dijo Gerald.

En ese momento Phoebe que llevaba todo ese tiempo sin decir una sola palabra dijo:

-Bueno creo tener una idea, realmente creo que deberíamos coaccionar a algunos de nuestros compañeros, para tener una, digamos fuerza de apoyo que impida que el Sr. Simmons y el director Wartz pierda la cabeza cuando noten nuestra ausencia.

Arnold miro a Phoebe por un momento, para finalmente decir:

-Sí creo que es buena idea, eventualmente todos se enteraran por lo que creo que es bueno hacer que algunos nos ayuden en ese aspecto.
-¿Realmente lo crees Arni? A mí me gustaría tener esto en secreto el mayor tiempo que podamos.
-Eventualmente se enteraran Gerald, creo que es mejor si podemos hacer que nos ayuden a distraer a Simmons al menos por un tiempo.
-Tú mandas Arnold- Respondió secamente el chico.
 -Bueno creo que es tiempo de que regresemos al hotel. Muchas gracias por contarme su historia Sr. Eduardo, y por la ayuda que nos dará
-No te preocupes Arnold, debí haberte ayudado hace mucho.
Arnold le entrego el mapa, para que Eduardo pudiera examinarlo bien, y quedaron de verse en ese mismo lugar dentro de dos días para poder partir.



Una vez en el hotel, y cuando los maestros se habían retirado a dormir a sus habitaciones Arnold, Gerald, Helga, Phoebe y Lila llamaron a los demás chicos a la habitación de Arnold.
Estaban ahí reunidos Harold, Rhonda, Eugine, Curly, Stinky, Sid, y Nadine, sentados en semicírculo alrededor de los otros cinco.

-No creo haber entendido Arnold, ¿estás diciendo que tus padres se perdieron aquí, y estas tratando de encontrarlos?- Pregunto un confundido Stinky cuando Arnold termino de contar su historia.
-Justamente eso Stinky
-Pero Arnold, sin ofender cuales crees que son las posibilidades de encontrarlo, ¿crees que vale la pena ir a ensuciarse a una jungla?
-Por más baja que sea la oportunidad debo averiguarlo Rhonda.
-¡Hey! Y ¿Por qué solo van ustedes?
-Harold creo que entre menos vayamos será mejor, ya de por sí creo que vamos demasiados, además necesitamos que ustedes nos ayuden a distraer a Simmons por un tiempo, no creo que tardemos poco tiempo, en definitiva no es viaje de un día, podríamos estar incluso meses ahí.
-¡¿Meses?! Arnold, por favor considera lo que estás haciendo… no puedes solo ir y meterte ahí…
-Rhonda es solo que…
-Yo opino que ayudemos a Arnold ¿Cuándo se ha equivocado?
-Gracias Eugine, no es que no pueda equivocarme es solo que necesito hacerlo.
-Muy bien Arnold, pero recuerda que yo me opongo completamente, y que nos deberás a todos un gran favor por esto.
-Los se Rhonda, no tienen idea de cuánto se los agradezco.



Finalmente llego el dia. Los cinco chicos que se embarcarían a una misión en la jungla se levantaron más temprano que todos los demás para poder salir sin que el Sr. Simmons o el Director Wartz los observara, y cuando estos al fin se alistaron para llevar al grupo a su próximo destino turístico,  Rhonda los excuso diciendo verían ahí, que al levantarse temprano simplemente habían salido a conocer un poco la ciudad, pero los encontrarían más tarde. Simmons no estuvo demasiado feliz pero Arnold jamás le había dado problemas, un voto de confianza no está de más.

Cuando Los chicos se encontraron con Eduardo este estaba vestido con una camisa de franela, pantalones de mezclilla, y un sombrero de paja, y les entrego atuendo similares a los chicos salvo por que sus sombreros eran de estilo más de pescador. También llevaba consigo tres mochilas, cada una llevaba encima una casa de campaña, las mochilas iban cargadas de provisiones y herramientas básicas, le entrego una a Arnold, otra a Gerald, y la tercera la cargo el mismo.

Tomaron  un autobús que los llevo a la parte más alejada del centro de la ciudad, cada vez las casas eran más humildes, y la jungla se veía cada vez más cerca, durante el trayecto hablaron muy pocos, ya fuese por nerviosismo o por solemnidad como quería creer el chico rubio.
Finalmente bajaron en la última parada del autobús, en esa zona las casas y la jungla estaban básicamente mezcladas, y la última casa se podía ver a no muchos metros, no tardaron mucho en llegar hasta ahí.

Justo antes de que dejaran la última vivienda detrás Eduardo que encabezaba el grupo dio la vuelta, se detuvo y los miro a todos..

-Muy bien, este es el último momento para arrepentirse y dar vuelta atrás. ¿Aun quieren seguir adelante?
-Si.
-Si.
-Si.
-Si.
-¡Si!


Siendo Arnold en ultimo en contestar y el primero en comenzar a avanzar.

5 comentarios:

  1. me alegra que aun hay quien sigue el fic a pesar de mis retrasos

    ResponderEliminar
  2. Alguien sabe donde puedo encontrar el capitulo 10???

    ResponderEliminar
  3. Me Encanta la historia<3 pero me dejas picada..

    ResponderEliminar
  4. aun no existe el cap 10, pero paciencia, espero que eso cambie pronto

    ResponderEliminar
  5. Gracias! me encanta el Fic <3 ojalá pronto puedas publicar el cap 10 :D

    ResponderEliminar

contacto

TwitterGoogle PlusRSS FeedEmailFacebook