Aprovechando la reciente publicación en México del segundo volumen de Ms. Marvel, por parte de Marvel comics México, subdivisión de editorial televisa, me gustaría hablar un poco del comic como del contexto bajo el cual fue creada la serie y otras más.
El comic es una industria
antigua, solo Marvel tiene más de 70 años de historia. Y los Súper Héroes
tienen también ya su bien rato existiendo en este nuestro mundo. Y algo
sorprendente en este asunto es que muchos de los personajes creados en los
70’s, 60’s, 50’s e incluso en los 40’s y los 30’s aun hoy en día gozan de mucha
popularidad, vamos que incluso las películas de estos personajes son de las más
taquilleras de los últimos años. Pero la longevidad de la popularidad súper
heroica es tema para otra entrada (y la habrá pues es un tema que me atrae
mucho).
Hoy trataremos un tema
diferente, pero relacionado. Verán, en un mundo donde los personajes como el Capitán
América, y Spider-Man (por decir algunos) llevan existiendo por décadas y
gozando de popular por décadas, y siendo el fan del comic una criatura tan reticente
a los cambios ¿Cómo triunfa un personaje nuevo? Los fans del comic como
comunidad somos fans muy mal educados, nos quejamos a la mínima de cambio, pero
también criticamos duramente que no haya cambios importantes en una relativa
cantidad de tiempo ¿Cómo complacernos? ¿Cómo impresionarnos?
Kamala Khan |
Introducir un personaje nuevo
en la industria del comic es algo bastante difícil, más aun en editoriales como
Marvel o DC que tienen ya una vasta cantidad de personajes, que los fans aman.
En la mayoría de los casos en que se intenta introducir un personaje nuevo, los
fans lo rechazan pues es recibido como un intento desesperado de atraer foco,
donde podrían hacerlo en otros personajes que los fans quieren ver.
A esto se suma otro factor
importante de los últimos años, que es la presión social sobre la industria del
comic. No hay que mentir, el comic, más aun el comic de Súper héroes ha sido
por años una industria machista, donde las mujeres son muchas veces poco más
que objetos que el héroe debe rescatar, y las súper heroínas se pasean por ahí
en atuendos sexys y reveladores, además de poseer atributos dignos de miss
universo. Pero la sociedad ha cambiado mucho en tiempo relativamente corto,
ahora cualquier conducta que se pueda tachar de sexista, machista, racista o
xenofóbica es duramente crítica, más aun con el poder que las redes sociales
poseen para hacer que las voces sean escuchadas.
Las editoriales son
conscientes de este cambio, que además es acompañado de una nueva ola
artística, cada día hay más escritoras y dibujantes de comics mujeres (siempre ha
habido, pero ahora más que nunca) y estas poco a poco se han ido ganando un
puesto en las editoriales. La respuesta son propuestas de comics bastante
distintos a los vistos con anterioridad, comics protagonizados por mujeres
fuertes e independientes, por minorías como latinos, o a los que nos atañe hoy,
musulmanes.
Como primera impresión esto es
un cambio muy positivo dentro de los comics, agrega mayor diversidad, y una
mejor inclusión. Sin embargo en la práctica hay un problema importante. Muchas
de las nuevas propuestas de personajes o series están muy mal aplicadas, los
personajes que buscan traer diversidad se ven reducidos a una sola
característica que los definan, si por ejemplo un personaje es gay pues en el
afán de quedar bien ante la comunidad, se hace demasiado hincapié en esta
característica del personaje, a punto de que es su única característica
reconocible, las historias siempre giran alrededor de lo mismo, nunca vemos más
allá de eso. Mismo caso con las mujeres protagonistas de sus propias series, un
ejemplo que se me viene ahora a la cabeza es la nueva Thor, que es
constantemente retratada como un ser cuasi perfecto con casi nulo fallo. O bien
la actual Batgirl, que en el intento de DC de no recibir duras criticas ha
tenido que retirar de la continuidad del personaje momentos icónicos de su
historia.
En otras palabras, en un
intento de ser más abiertos, más inclusivos y más progresistas se termina
cometiendo un error de simplificación, de flanderización por así decirlo.
Por fortuna de vez en vez, se
puede encontrar un comic que hace las cosas bien. Ms. Marvel es un ejemplo
perfecto de esto.
La anterior Ms. Marvel |
Como nombre, Ms. Marvel no es
un personaje nuevo, la súper heroína Carol Danvers ostento dicho nombre por
años, pero con la intención de separarla de un pasado híper sexualizado, Marvel
decidió que pasara a llamarse Capitan Marvel, heredando el manto de un
personaje clásico. Bajo este contexto nace años después el personaje de Kamala
Khan, una adolescente de Jercey, de origen pakistaní, y de religión musulmana.
Ella es en toda la definición una adolescente Nerd, fan de los videojuegos, de
las series de TV y de los súper héroes, pasaba su tiempo libre jugando y
escribiendo fanfictios de sus héroes favoritos (he de decir, punto aparte que
me gusta como dentro de los comics, los súper héroes tienen un fandom). Kamala
es una adolescente musulmán que no solo tiene que lidiar con crecer en un país en
que su cultura es vista de mala manera por muchos, donde tiene que esforzarse
por sobrellevar su cultura natal con la cultura de su hogar que son muchas
veces incompatibles entre si, a eso sumándole los problemas propios de la adolescencia. Para terminar que un día se descubre con nuevos super poderes que le permiten cambiar de forma. Siendo la
admiradora No.1 de la Capitán Marvel decide asumir el anterior alias de esta y convertirse
en la nueva Ms Marvel para defender su vecindario que parece algo ignorado por los grandes héroes dela ciudad de NY mas ocupados deteniendo invasiones alienigenas o haciendo cosas similares.
La nueva Ms Marvel con el actual look de la anterior |
La serie de Kamala es un gran
ejemplo de ejecutar correctamente las intenciones de las que he estado
hablando, ella es una súper heroína, que además pertenece a una minoría, pero
en ningún momento su personaje o la temática de la serie se reduce a esas dos características,
si, son características importantes y definitorias del personaje, pero no son
las únicas ni son el enfoque constante y forzado de la trama, están por ejemplo
sus hobbys, y sus amistades, que se desarrollan conforme la serie avanza. Acompañada
por el buen guion de G. Willow Wilson
que nos da historias interesantes, con un buen desarrollo de personajes, humor
tanto divertido como desenfadado y suficiente intriga para querer saber qué es
lo que ocurrirá a continuación. Wilson y Marvel entregan un comic que no se
siente como una serie más que existe para llenar una cuota de personajes
femeninos o de minoría, sino que es bueno por derecho propio.
Una serie excelente, que me da
gusto leer mes a mes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario