Titulo
original: Cinderella
Director: Clyde Geronimi, Wilfred Jackson y Hamilton
Luske
Año: 1950
Finalizaron
los “Clásicos Paquete” Disney regreso en 1950 a los largometrajes animados, y
regreso con el pie derecho. Luego de una década difícil para la compañía, el
peligro de la bancarrota y deudas exorbitantes, en 1950 la compañía volvió a
apostar por un largometraje animado. Siendo la décimo segunda película en su
canon de clásicos animados, presento Cenicienta. Que como Blanca Nieves
adaptaba a la pantalla un clásico cuento de hadas sobre una princesa. A la vez
que Disney volvía a sus orígenes, se reinventaba como productora y dio pie a la
consistencia que seguiría durante la llamada Edad dorada de Disney.
La
cenicienta es el cuento clásico en el que la hija de un adinerado aristócrata
se ve atrapada con su cruel madrastra y sus horribles hermanastras, tras la
muerte de su benévolo padre. Su madrastra desea el estatus que conlleva la
posición de su difunto marido, y es su querer que solo sus hijas biológicas hereden
dicho estatus y sus beneficios, así que convierte a Cenicienta en una mera sirvienta
negándole lo que por derecho le pertenece. Al menos hasta que el príncipe heredero
del trono regresa a casa (asumo que de la guerra, ni idea) y el rey decide que es
hora de que su hijo siente cabeza, manda a llamar a todas los doncellas
casaderas del reino a un fabuloso baile en el palacio donde el príncipe elegirá
a la dama que será su prometida.
No hay
más que decir sobre, la historia, creo que ya todos la conocen, así que sería
mejor hablar de las particularidades de la versión de Disney. Iniciando como no
en lo técnico. En esta ocasión y con el fin de salvar el estudio Disney tiro
toda la carne al asador, y como diría el Sr. Hammond no escatimaron en gastos.
La animación volvió a ser impecable respecto a lo visto en los clásicos paquetes,
lo mismo que la música, que incluso logro hacerse un lugar en el recuerdo del público
atreves de las décadas.
Cenicienta
como personaje está mucho mejor desarrollada que su antecesor espiritual Blanca
Nieves, si bien la historia sigue destacando su belleza sobre cualquier otra
faceta, esta vez al menos vemos un personaje con mucha más personalidad.
Cenicienta es trabajadora, vivaz, alegre, y en general bastante estoica ante la
adversidad (les víctima de sus emociones en dos ocasiones de la película, pero
dos ocasiones más que justificadas) llegando a recurrir incluso al humor sarcástico
para sobrellevar sus problemas.
En los
demás personajes tenemos como antagonista a su malvada madrastra, que es como
villana un gran ejemplo de lo que caracterizaría a los villanos de Disney más
adelante, una persona cuyos deseos egoístas la llevan a cometer actos
horribles, y que cuando está en escena se roba la cámara. No es la mejor
villana de Disney, no, pero sin duda marco el precedente. Sus hijas (Anastasia
y Griselda) no son villanas como tal, solo el resultado de la malcriadez de su
madre, egoístas y envidiosas son una piedra en la “zapatilla” de Cenicienta.
Los
ratones son el alivio cómico de la película, especialmente Jack y Gus Gus cuya
secuencia de humor convierten una película que sin ellos sería muy cursi, en un
entretenimiento más completo. He de decir que Gus Gus me parece un personaje
especialmente gracioso, pero eso ya es cosa personal. Todos los ratones tienen
una personalidad definida y estática, pues su condición de alivios cómicos es
lo que requiere: Jack es valiente e ingenioso, Gus Gus es glotón y tontorrón.
El hada
madrina, es un personaje carismático, de actitud maternal, olvidadiza y distraída,
pero bien intencionada. He de decir que si algo me gusta del asunto del hada
madrina, es que su magia no resuelve en realidad el conflicto de la película,
que es la posición de Cenicienta. Si no que es solo una recompensa temporal por
su arduo trabajo. La solución real a los problemas de cenicienta llega por la
ayuda de sus amigos, y por la astucia de la propia Cenicienta al mostrar en el momento
correcto la posesión de la otra Zapatilla.
El
resto de los personajes, como El rey, el Gran Duque y el Príncipe, están ahí
para cumplir su función y algún que otro chiste, con excepción del Príncipe,
que es poco más que un adorno necesario para llegar al final de la historia.
Creo
que los dos peros más grandes que tiene la película, son el primer lugar las
secuencias con los ratones, ya que si bien son divertidas, no tienen mucho que
ver con la historia en sí, y pueden llegar a sentirse fuera de lugar, aunque
supongo que los niños las agradecen. En segundo lugar es sin duda el príncipe,
ya que es un personaje extremadamente plano, tal vez en lugar de usar tanto
tiempo en los ratones se pudo desarrollar al príncipe, darle una personalidad o
algo para hacer mejor al personaje, pero bueno, no hay caso en llorar sobre
leche derramada.
A
pesar de esos defectos es sin duda una gran película que vale la pena ver, y se
disfruta muy bien a pesar de haber pasado ya más de medio siglo desde su
realización.
En los
aspectos específicos.
Escena favorita
Creo
que es el climax, cuando las hermanastras se prueban las zapatillas, llega
Cenicienta, la madrastra sabotea la prueba rompiendo la Zapatilla, pero
Cenicienta saca la otra, demostrando no solo que le queda si no que al poseerla
no cabe la menor duda de que es ella a quien el príncipe busca.
Escena menos favorita
Las
escenas del Rey, nunca me gustó mucho el personaje del rey, aunque al menos el
gran duque balanceaba la situación.
Personaje Favorito
Gus
Gus, me encanta ese ratón.
Personaje Infame
El príncipe.
Demonios ¿No podían darle algo de personalidad?
Canción Favorita
Contrario
a la mayoría supongo, mi preferida no es Bibidi Babidi Bu, si no la de “Cenicienta,
Cenicienta”.
Retrospectiva Nostalgica
Otra
que vi muchas veces de niño, especialmente por los ratones, todo hay que
decirlo, el asunto de las princesas y príncipes no era algo muy de mi interés,
con los años mi percepción ha cambiado y como menciono en el grueso del texto
ahora considero que las secuencias de ratones sobran en su mayoría, a la vez
que aprecio más el trabajo realizado con la propia cenicienta y y la madrastra.
Hay que recordar que esto es una película de 1950, así que de nuevo nos
encontramos ante una película cuya posición de la mujer puede ser duramente
juzgada, pues el rol de la misma ha cambiado mucho desde entonces. Sin embargo
creo que el mensaje de la película, que es el de “Cosas buenas le ocurren a
quien se las merece” se conserva y aunque poco realista es bueno para los más
pequeños.
Sin
duda una gran recomendación de mi parte.
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